domingo, 29 de marzo de 2009

Con su bendición

Te la dio

Quiero ser famosa!! :D

miércoles, 25 de marzo de 2009

Sergio

Desde ese día, lo entendí. Escuché las canciones en la radio y ya tenían sentido. Lo había imaginado, había puesto sentimientos en la música que no había vivido aún.
Sergio era un hombre, cinco años mayor que yo, que todavía no había terminado la secundaria. Era una escuela de monjas y el acceso a los hombres estaba estrictamente limitado. En el colegio “Luz del Tepeyac” intentaban cuidar de nuestro corazón (y de paso, el rendimiento académico). No me dejaban ir ni a la tienda sola, pero lo conocí.
Era el amigo del hermano, el amor platónico de una amiga (y de más de la mitad de la escuela) pero se fijó en mi, en mi manera de caminar, en mis ojos intensos y curiosos, en mis pláticas no-tan-bobas-para-ser-una-niña-de-secundaria-, y me enamoró. Le costó trabajo, pero lo hizo.
Me llevaba al cine, comprábamos gomitas de manzana, todavía las recuerdo alguna vez. Me sentía tan niña con mis tenis converse a su lado. Me decía que me quería, y yo le seguía el juego. En realidad solo era guapo, muy guapo.
Mandó un mensaje, decía que me amaba. No le creí, nos conocíamos poco, pero me sentí orgullosa por el intento. Esa palabra era para mí inmaculada, sagrada, y tal vez lo siga siendo.
Lo atraía con mis distancias, pero no era nada comparado con lo que viviría un par de años después, de él aprendí que tanto es tantito y lo importante de mirar a los ojos. Él no lo hacía. Me enfurecía tanto. Jamás le dije nada. No hubo tiempo.
Me besó, un día, sin previo aviso, pero imaginablemente dejé que posara sus labios sobre los míos, y fue inolvidable. Contrario a lo que siempre se cuenta acerca del primer beso, y las mariposas, y los corazoncitos flotando, mi primer beso fue horrible. En vez de mariposas eran murciélagos, y en lugar de suspiros eran risitas nerviosas y alaridos dolosos de fondo. Escogimos el lugar más romántico: la casa del terror. Terror me daba a mí, vergüenza. No estaba lista. Ese fue el primer, y último beso en mucho tiempo.
Hoy me he vuelto sínica, y beso en cada oportunidad que tengo, en donde sea (y a quien sea no, porque no soy tan casquivana) me siento cómoda haciéndolo, y me gusta.
Sergio no llamó jamás. Prometió hacerlo, pero no supe nada de él. La espera se hizo interminable, y yo nunca volví a ser igual. Mi promedio bajó, mi estado de humor cambió. Estaba esperando, esperando el momento en que llegara de rodillas diciéndome cosas, muchas cosas. De pronto, mágicamente, en la radio hablaban de mí, y de él, todo el tiempo. Era una tortura que no pasó hasta muchos meses después.
No lo amaba, de hecho dudo haberlo querido alguna vez. No derramé ni media lágrima por él. Se metió profundo porque no esperó, porque no lo tuve, porque no quiso tenerme, porque ya le estaba haciendo la canallada a otra niña del salón, porque me enteré, porque yo quise mantenerlo en mis pensamientos, porque fue el primero, porque los castillos en el aire se derrumban con un soplido.
Y se siguen derrumbando, cada vez menos. Se caen poco a poco, pero ya no duele tanto, se sienten menos, pero marcan más la piel.
Hoy se que he aprendido de él, y de los que le han seguido, y que soy como soy por ellos. No lo recuerdo como juré que lo haría, constantemente, todos los días. Solo a veces, cuando como gomitas de manzana. El ya es otra historia, y yo escribo para otros.

viernes, 20 de marzo de 2009

Párrafo

"...¿Qué perfume usas? Y riendo le dije:-¡Ninguno, ninguno!Te amo y soy joven, huelo a primavera..."


-Juana de Ibarborou-

jueves, 19 de marzo de 2009

Circo de tres pistas

Hora: La que se te dé la gana. En este lugar siempre hay función, los 365 días del año, las 24 horas. El Cirque Du Soleil se queda corto a comparación. Lo único que necesitas: un pretexto, ya sea solo o acompañado, para recoger a alguien, viaje de negocios o placer, este lugar brindará diferentes espectáculos para ti.
Al llegar, notaras que es un lugar muy concurrido, y jamás tendrás que preocuparte por la seguridad, ya que cuenta con un amplio estacionamiento y vigilancia por montones. En seguida podrás disfrutar de la moda estrafalaria de los participantes, si tienes suerte verás una que otra mujer maquillada como payaso estelar, o alguna luminaria que llega de Miami. De fondo, se escuchan las típicas melodías que ofrecen el detector de metal, las voces multiculturales en cualquier lenguaje y el maestro de ceremonias anunciando los vuelos salientes. En las sillas de este lugar encontrarás la misma comodidad que te ofrecen las bancas de cualquier circo local.
El siguiente recorrido, es V.I.P, lo único que necesitas es tu pase de abordar, y llegar dos horas antes del show. Decorarán tu equipaje con cintas de colores y una alfombra voladora esclavizada las llevará a donde las recogerás después. Observarás el interior de tu bolsa de mano sin necesidad de abrirla, ya que estos pasillos son mágicos.
Maleteros que hacen malabares con las maletas, te sorprenderán con su fuerza y agilidad, sobre todo si se trata de una fina, ya que hacen concursos para ver quien la avienta más lejos.
Desde la ventana vislumbrarás unas aves enormes y metálicas, perfectamente domadas por hombres vestidos de naranja que les hacen señales extrañas con banderillas brillantes hipnotizándolas así, perdiendo voluntad, y dejando el control a su merced.
La coordinación que logran los domadores de aviones es magnífica, comparable solo con la emoción que sentirás al abordar alguna de estas aves.
Ya que el maestro de ceremonias lo anuncia, y se te pide el boleto V.I.P, puedes continuar con tu paseo, ya sea caminando en el interior de un gusano blanco, o en un recorrido de autobús a lo largo de la pista.
Una vez instalado en tu asiento, un par de mimos te indicarán donde se encuentran las salidas de emergencia.
El ave se enfurece con el domador, y decide despegar icontigo adentro! Un poco de turbulencia y logran estabilidad, puedes verlo todo desde arriba.
Los mimos serán muy atentos contigo y te entregaran un penoso refrigerio que devorarás con gusto. Disfrutarás de la orquesta sinfónica de ronquidos, y sentirás un par de piruetas antes de aterrizar.
Al final la gente llega a su destino, se amontona toma sus cosas y se olvida del show. Todo esto, SIN RED DE SEGURIDAD.

lunes, 16 de marzo de 2009

Barquitas Campechanas



a veces todo es diferente...
y no esta mal

lunes, 9 de marzo de 2009

Bien

Se untó tabaco en los brazos, rezó un Ave María, luego observo sus manos, y pudo distinguir las venas como carreteritas con glóbulos rojos y blancos. Escuchó lo que le decía el color azul de su camisa, se sintió ligero, pero no pudo caminar. Personas lo observaban, le hablaban en cetáceo, veía en ellas leones, jirafas, tortugas…ese día los conoció bien, desde adentro, como de años. Lo espantaron, quería terminar el viaje, no reconocía su propio reflejo. Se dejo de llamar Julio, ya no tenía ni hijos ni padres.

Estaban él, las personas fieras y el sonido de su respiración que sonaba como tambor. Giró un poco su cuerpo, no reconocía los colores, eran muy diferentes a los que había visto antes; brillaban, florecían, pero eran nuevos.

Sentía sus células reproducirse y el peso de una hormiga en su pierna. Su vista se volvió súper-poderosa, podía desvestir con la mirada, los rayos “x” formaron parte de sus sentidos, miraba pulmones, corazones y riñones.

Poco a poco se fue saliendo de sí, de su cuerpo, era ligero, se desprendía flotaba, podía ver lo que parecía su cadáver como de acero, pero no estaba muerto, veía las veladoras y los platos vacios, y las 4 personas que lo acompañaban.

Dijo que detuvo el tiempo, que los colibríes movían las alas despacio en su presencia, que el reloj corría en dirección contraria, y lo entendió todo.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Recurrente

Te quiero, observo, cuando voy caminando y te recuerdo tu nombre sale de mi corazón, grande, con letra cursiva, brillante, como de neón.